Fachadas es una serie que parte de la observación de la estructura urbana del centro de Cali, no solo como un esqueleto funcional, sino como superficie viva donde se inscriben dinámicas sociales, tránsito humano y capas de memoria. Me interesa la fachada no como piel urbana, erosionada, marcada, vulnerable, en constante transformación.

La materialidad de las piezas es un eje central en este proyecto. Utilizo óleo sobre soportes construidos a partir de la superposición de cemento blanco y estuco sobre liencillo, una tela frágil que, como los cuerpos que atraviesan la ciudad, soporta el peso del tiempo. La elección de estos materiales no es casual, es poner en tensión la solidez y la fragilidad, que alude a mi interpretación sobre mi experiencia urbana.

Más que representar fachadas, mi interés radica en encarnar sus huellas, sus narrativas invisibles. Cada grieta, cada textura rugosa o superposición de materia funciona como una metáfora de la vida urbana de aquello que permanece, se resiste o se transforma bajo la presión constante del habitar y del olvido.