Proyectos en proceso
(Actualmente)
Esta sección reúne investigaciones y desarrollos en curso. Incluye proyectos que se encuentran en etapas intermedias, con materiales, imágenes y lineamientos conceptuales aún en construcción. Son procesos abiertos que avanzan a medida que se consolidan sus metodologías y direcciones formales.
Relatos de Segunda Mano es un proyecto en desarrollo que cruza pintura, archivo y exploración material para leer las dinámicas sociales y económicas de los pulgueros del centro de Cali. A partir de recorridos, objetos recolectados, retratos e interacción con los actores del territorio, el proyecto se adentra en los circuitos de lo usado: aquello que otros desechan y aún conserva historia.
La obra aborda la circulación, el deterioro y la memoria inscrita en lo cotidiano. Pintar lo encontrado y registrar lo que persiste se convierte aquí en una forma de lectura crítica y de resistencia.
El Cambalache es un archivo que se escribe entre la calle y el taller, entre lo que pasa y lo que se siente. No es un libro ni una bitácora: es un espacio donde recojo lo que me atraviesa mientras camino, mientras pinto, mientras escucho conversaciones al vuelo o me asomo a la ciudad desde el quinto piso del taller.
Es un proyecto en proceso porque no pretende un final. Crece como crecen los mercados callejeros: a punta de hallazgos, desorden, intuición, fragmentos que se van acomodando según la vida misma. Aquí se mezclan relatos personales, episodios de crisis, cuerpos que aparecen en la calle, historias mínimas, reflexiones sobre el arte, la ciudad, la salud mental y el oficio de seguir creando.
El Cambalache es un intercambio: palabras por imágenes, memoria por presente, oficio por sobrevivencia. Es mi forma de reconocer que el arte también se hace con lo que no llega al lienzo: con el miedo, el humor, la rabia, los recorridos, las miradas fugaces, las conversaciones ajenas y los destellos que aparecen cuando una cree que ya no puede más.
Los textos funcionan como objetos encontrados: cada uno trae una historia, un gesto, un ruido emocional. Juntos construyen un archivo expandido que acompaña mis proyectos visuales, pero que también existe por sí solo, como un territorio autónomo que late aparte de la obra.
El Cambalache sigue en marcha. Se alimenta de caminar, de escribir, de equivocarme, de volver a empezar. Escribir aquí es, para mí, una manera de seguir pintando: pero con palabras.